Todos dependemos de la naturaleza y de la biodiversidad para poder llevar una vida saludable y segura. El aire que respiramos, lo que comemos o el agua que bebemos dependen de los ecosistemas y la biodiversidad. Unos ecosistemas sanos (como los bosques, la vegetación de ribera, los humedales, etc.) nos permiten disfrutar de un agua de calidad, regular episodios de lluvias abundantes, proteger los entornos urbanizados ante inundaciones y mantener unas reservas de agua adecuadas entre otros. Nuestra actividad en el Ciclo del agua depende directamente del buen estado del entorno natural y de los servicios que éste nos provee. Por ello, la conservación de la biodiversidad forma ya parte de nuestra gestión.
La gestión del ciclo integral del agua es intrínsecamente positiva para el medio ambiente (tratamiento de aguas residuales, conservación de los recursos o ahorro energético, entre otras actividades). Y además, estamos aportando valor más allá de lo estrictamente contractual, contribuyendo a la mejora del entorno natural local.
BiObserva es un programa de voluntariado ambiental impulsado por Agbar. Se trata de un proyecto de ciencia ciudadana, donde los participantes (personal adscrito a plantas de tratamiento) aportan información clave, con la que después se podrán realizar estudios. En este caso concreto se recogerán observaciones de aves.
BiObserva implica al personal de las instalaciones en la conservación de la biodiversidad local, empezando por el entorno natural de los centros que gestionamos.