Para poder minimizar la presencia de flora invasora en ocasiones puede ser necesaria una notable dedicación de recursos humanos y materiales, por lo que es importante determinar para cada instalación la prioridad de actuar sobre cada una de las especies, y así poder optimizar el uso de estos recursos. Como es lógico, en función de las características de la instalación, de su entorno y del riesgo que representa esa especie invasora en ese lugar, la prioridad y urgencia con la que hay que actuar puede variar significativamente.
Se establecen los siguientes niveles de urgencia y prioridad que deberemos valorar:
Detección temprana (selección opcional si se conoce):
En función de su ubicación:
En función de la abundancia de la población dentro y fuera de las instalaciones:
En función del tipo biológico:
De forma general recomendamos actuar siempre que sea posible como medida preventiva (*) , aunque de forma prioritaria:
Además de las normativas de ámbito estatal pueden existir normativas autonómicas y locales o protocolos específicos de gestión, tanto en relación al control de especies invasoras como en relación al tipo de trabajos y uso de herbicidas autorizados.
En el interior o en el entorno de espacios naturales protegidos también pueden ser aplicables otras normas de protección y gestión.
Por otro lado, es conveniente comunicar a la administración local las especies invasoras que se tienen en la instalación, sobre todo si están todavía poco implantadas en el entorno, y tener en cuenta sus recomendaciones o incluso establecer una colaboración para erradicar cierta especie a la vez, tanto en el interior como en el exterior de la instalación.
Las especies invasoras presentan una gran variedad de características biológicas. En algunos casos se propagan por semillas, otras por rebrote de las raíces, en algunos casos por esquejes o por el simple contacto de fragmentos con el suelo. Ignorar estas características puede comportar resultados contraproducentes y que con nuestra actuación no solo no sean eliminadas, sino que incluso se vean favorecidas. Por ello, se han desarrollado cinco protocolos de actuación genéricos que establecen las actuaciones de control a desarrollar para cada tipo de vegetales.
En cada protocolo se proponen distintos métodos, de control físico, de control químico y de control biológico. Se recomienda priorizar los métodos de control físico para evitar impactos nocivos de los químicos sobre el entorno natural y sobre las personas. Sin embargo, dependiendo del grado de implantación de la especie invasora y del riesgo ambiental para el entorno, puede hacerse necesario optar por métodos de control químico, en este caso es importante seguir las recomendaciones de uso y aplicación que se dan en el siguiente apartado.
La aplicación de herbicidas se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas (máscara de seguridad, gafas de seguridad y guantes de protección química), a cargo de profesionales acreditados y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento.
Para aplicar los tratamientos deben evitarse los días con riesgo inminente de precipitaciones, así como las condiciones con temperaturas superiores a los 25 ºC, o con humedades relativas inferiores al 60 %. En la medida de lo posible la aplicación de herbicidas se realizará de forma localizada y utilizando la dosis mínima recomendada . En el caso de aplicación pulverizada, deberán evitarse condiciones de vientos superiores a los 10,8 km/h.
Cerca de ríos y sistemas naturales acuáticos se extremarán las precauciones para evitar cualquier vertido de producto químico que las pueda afectar.
Debe evitarse el pastoreo, como mínimo, en el periodo recomendado en las etiquetas de los productos.
En el transporte y eliminación de los residuos vegetales resultantes de la eliminación de flora invasora hay que ser muy cuidadoso para evitar propagar estas especies en zonas no contaminadas, puesto que muchas de ellas producen un gran número de semillas o pueden enraizar a partir de fragmentos de los tallos o las raíces. En este sentido, hay que intentar efectuar los tratamientos antes de la producción de frutos y semillas . Los restos vegetales han de ser transportados a un gestor de residuos autorizado en un vehículo cerrado o, en todo caso, con el que se pueda garantizar que no puedan caer semillas o restos vegetales durante el trayecto. Ocasionalmente, los restos vegetales se pueden quemar, vigilando que no se ocasione la dispersión de semillas.
Pese a trabajar con el máximo rigor es difícil que una actuación de control de flora invasora tenga un éxito del 100%, puesto que muchas especies producen un banco de semillas importante o pueden rebrotar a partir de cualquier fragmento de tallo o raíz.
La revisión se realizará con el fin de controlar y arrancar los rebrotes y plantones que pudieran aparecer. Esto supone un esfuerzo mínimo pero determinante para la erradicación definitiva de la especie invasora en la zona, y evitar que la inversión realizada sea en balde.
Este grupo corresponde a árboles, arbustos y herbáceas de gran porte que pueden rebrotar con facilidad des de las raíces. Esta característica implica que la muerte o eliminación de la parte aérea (tronco, ramas, hojas, etc.), por tala, quema o desbroce, conlleva la producción de un gran número de rebrotes. Esto favorece la expansión de la especie y dificulta su control. Por lo tanto, su eliminación sólo es posible si se matan las raíces.
Recomendable para la caña y herbáceas de gran porte. Comporta la extracción de las raíces mediante retroexcavadora y su transporte a planta de tratamiento. Hay que repasar el terreno de forma manual para localizar y extraer los fragmentos de raíces que puedan quedar. De forma previa es conveniente cortar y retirar las cañas.
Para las especies leñosas se pueden arrancar los ejemplares pequeños siempre y cuando no tengan bien desarrolladas sus raíces y se pueda garantizar que se extraen completamente. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar.
Cuando la invasión es muy localizada y se dispone de recursos para realizar un mantenimiento continuo de la zona intervenida durante meses (mínimo un año y medio), existe la opción de cortar los ejemplares de la especie invasora y cortar los rebrotes cada quince días, hasta agotar las reservas de la planta. En este caso hay que garantizar que no existen rebrotes fuera del ámbito de intervención. Des del punto de vista ambiental este método presenta la ventaja que evita el uso de herbicida y también la alteración del terreno con maquinaria.
Recomendable para especies leñosas, para las que se utiliza un herbicida que pueda matar su sistema de raíces. Se aplicará el siguiente protocolo:
Mediante desbroces selectivos favorecer las especies competidoras del entorno. En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) Consultar la ficha de cada especie.
Dentro de este grupo diferenciar las especies leñosas de las herbáceas de gran porte (cañas).
La aplicación de herbicidas requiere de la participación de profesionales con las acreditaciones correspondientes y se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento (ver apartado de criterios generales).
http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3193/3297/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_quimico_del_ailanto_CAST.pdf
http://www.invasep.eu/manual%20ailanto%20final_LQ.pdf
Árboles, arbustos y herbáceas de gran porte que no rebrotan, o sólo lo hacen des de la cepa. En su mayoría son especies que producen una gran cantidad de semillas, por lo que un objetivo importante de gestión es evitar que estas se puedan dispersar y originar nuevos focos de invasión tanto dentro de las instalaciones como en el entorno.
Es el método recomendado. Comporta la extracción de las raíces mediante retroexcavadora y su transporte a planta de tratamiento. Hay que repasar el terreno de forma manual para localizar y extraer los fragmentos de raíces que puedan quedar.
Se pueden arrancar manualmente los ejemplares pequeños siempre y cuando no tengan bien desarrolladas sus raíces y se pueda garantizar que se extraen completamente. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar. Cuando la invasión es muy localizada y se dispone de recursos para realizar un mantenimiento continuo de la zona intervenida durante meses (mínimo un año y medio), existe la opción de cortar los ejemplares de la especie invasora y cortar los rebrotes cada quince días, hasta agotar las reservas de la planta.
Las especies arbóreas también se pueden eliminar con herbicida. Se aplicará el siguiente protocolo:
Las especies herbáceas y los rebrotes de pequeño diámetro que no sean perforables se pueden tratar de dos modos distintos:
Mediante desbroces selectivos favorecer las especies competidoras del entorno. En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) consultar la ficha de cada especie.
En especies con un sistema de raices superficial, como la budleya o arbusto de las mariposas, la actuación recomendada consiste en atar la base de la planta mediante cadenas, de las que la máquina tirará para arrancar la cepa. Para ello atar la base de la planta mediante cadenas y tirar de la misma con un tractor o maquinaria apropiada. A continuación efectuar un repaso manual del terreno para evitar que queden raíces enterradas.
La aplicación de herbicidas se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento (ver apartado de criterios generales).
http://www.liferipariater.com/biblioteca/items/65/PROTOCOLO_NEGUNDO_Y_OTRAS.pdf
http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3195/3299/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_del_arbusto_de_las_mariposas_CAST.pdf
http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3197/3300/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_quimico_de_la_pita_CAST.pdf
Lianas y plantas trepadoras. Se caracterizan por tener un crecimiento vigoroso con el que recubren las otras especies, que pueden quedar literalmente ahogadas. Por este motivo es frecuente que se encuentre recubriendo las vallas de las instalaciones. En su mayoría rebrotan con vigor después de un desbroce, por lo que resulta un método de control ineficaz.
Allí donde se puedan localizar con precisión la base de los tallos el control físico es el método recomendado. Comporta la extracción de las raíces mediante retroexcavadora y su transporte a planta de tratamiento. Hay que repasar el terreno de forma manual para localizar y extraer los fragmentos de raíces que puedan quedar. Una segunda opción para evitar el rebrote es la de recubrir el suelo con una lona opaca, de forma que los brotes se vean privados de luz. Hay que mantener la lona durante todo un año para garantizar la muerte de las raíces. Se pueden arrancar manualmente los ejemplares pequeños siempre y cuando no tengan bien desarrolladas sus raíces y se pueda garantizar que se extraen completamente. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar. Cuando la invasión es muy localizada y se dispone de recursos para realizar un mantenimiento continuo de la zona intervenida durante meses (mínimo un año y medio), existe la opción de cortar los ejemplares de la especie invasora y cortar los rebrotes cada quince días, hasta agotar las reservas de la planta.
Recomendable en aquellas situaciones en las que la liana recubre grandes superficies o se encuentra mezclada con otras plantas. Se aplicará el siguiente protocolo:
En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) consultar la ficha de cada especie.
No contemplados.
La aplicación de herbicidas se llevará a cabo teniendo en cuenta todas las medidas de seguridad requeridas y de acuerdo con la normativa de obligado cumplimiento (ver apartado de criterios generales).
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/Fallopia_baldschuanica_2013_tcm30-69831.pdf
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/araujia_sericifera_2013_tcm30-69807.pdf
Corresponde a otras herbáceas no consideradas en 1 o 2. En su mayoría se propagan mediante la diseminación de semillas, pero también hay muchas que pueden enraizar a partir de fragmentos de tallos y hojas. Es el caso de la mayoría de plantas crasas.
Es el método recomendado. Consiste en la retirada manual de los ejemplares, intentando extraer la máxima cantidad de raíces posibles. En suelos arenosos y húmedos es mas fácil garantizar este objetivo, por lo que se recomienda realizar estas tareas tras un día de lluvia o bien humedeciendo previamente la zona donde trabajar.
Repetir la operación cada dos meses, hasta garantizar que no quedan ejemplares de la especie invasora.
No recomendables por su impacto sobre el medio ambiente.
Mediante desbroces selectivos favorecer las especies competidoras del entorno. En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.), consultar la ficha de cada especie.
Dentro de este grupo hay que diferenciar las especies con ejemplares que se pueden individualizar de las que forman céspedes. Los cactus y plantas crasas en general también presentan características específicas que dificultan su control.
Algunas especies tienen espinas, son urticantes o tóxicas. Consultar la ficha de cada una para saber las medidas de prevención específicas.
http://www.ddgi.cat/web/recursos/document/3199/3302/Protocolos_de_gestion_de_la_flora_exotica_invasora__Control_de_la_una_de_gato_CAST.pdf
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/heracleum_mentegazzianum_2013_tcm30-69835.pdf
http://mediambient.gencat.cat/web/.content/home/ambits_dactuacio/patrimoni_natural/especies_exotiques_medinatural/gestio_flora_invasora/miseria/Protocol_Miseria.pdf
http://www.agroambient.gva.es/documents/91061501/161549814/Bases+para+el+control+del+cactus+invasor+Cylindropuntia+pallida/9efb066d-28a4-4904-8c71-49b0ee7e2ae4?version=1.3
Las plantas acuáticas invasoras colmatan con facilidad lagunas y cursos fluviales de aguas lentas, alterando de forma grave los ecosistemas. En muchos casos basta un fragmento de un ejemplar para iniciar un foco de invasión.
Es el método recomendado. Consiste en la retirada manual o por medio de máquinas (rastrillos, cadenas, equipos de dragado, etc.). Los restos vegetales deben ser extraídos del agua para evitar su descomposición dentro de la zona húmeda. En el caso de las especies enraizadas, y debido al rebrote, es un método fácil pero ineficaz si no se repite periódicamente, o se complementa con otros métodos. Allí donde sea posible resulta efectivo desecar la masa de agua y extraer una capa de 20 cm de sedimento para extraer las raíces y el banco de semillas. El sombreado es otra opción, pero igual que la desecación solo es posible en lagunas de reducidas dimensiones.
En lo que respecta a los métodos químicos, hay que tener presente el bajo número de herbicidas autorizados en zonas húmedas y los daños que su aplicación puede provocar en el ecosistema. Por este motivo, no es aconsejable su empleo en zonas naturales. En el caso de estanques artificiales, y después de comprobar que no se encuentran anfibios u otras especies de interés, se pueden desecar y limpiar con cloro o algún otro desinfectante utilizado para la limpieza de piscinas.
En relación a la existencia de agentes de control biológico (enfermedades, predadores, etc.) consultar la ficha de cada especie.
Dentro de este grupo hay que diferenciar las especies enraizadas en el fondo de las que flotan.
El uso de cloro u otros desinfectantes requiere de la aplicación de las medidas de seguridad y salud oportunas. El agua resultado de la desinfección ha de ser tratada antes de ser vertida al medio natural.
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/eichhornia_crassipes_2013_tcm30-69827.pdf
https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/azolla_spp_2013_tcm30-69812.pdf